Los trabajadores de oficina están expuestos a una serie de riesgos para la salud, especialmente a aquellos relacionados con los trastornos músculoesqueléticos (TME), el estrés y la fatiga visual. Un puesto de trabajo configurado de forma apropiada ayuda a los trabajadores a mantener una postura cómoda, reduce el estrés y la tensión en los músculos, los tendones y el sistema esquelético, y contribuye a minimizar el riesgo de desarrollar TME.

El trabajo de oficina puede ser muy variado, y abarca tareas que van desde aquellas que exigen un alto nivel de preparación y conocimientos (como los periodistas, por ejemplo, o los gerentes financieros), hasta aquellas en las que el trabajador tiene poco control sobre su trabajo o la organización de su jornada (como los Call Center y los centros de procesamiento de datos).

Pero, independientemente del tipo de labor que se realice, en la mayor parte de los trabajos de oficina se depende del uso de las computadoras. Además de las tareas habituales, la comunicación a través del correo electrónico y la mensajería instantánea obligan a los trabajadores a pasar más tiempo frente a la pantalla de la computadora; en el pasado, por el contrario, la necesidad de comunicación implicaba alejarse del escritorio para interactuar con otros miembros del plantel. El creciente uso de dispositivos portátiles (por ejemplo, los blackberries) junto con el uso de computadoras en el hogar también se suman a la carga de trabajo dependiente de la pantalla.

Los riesgos del trabajo de oficina
El trabajo en una oficina a menudo se considera como de bajo riesgo. Sin embargo, los trabajadores de oficina están expuestos a una serie de posibles eventos:

-Problemas posturales: debidos al trabajo sedentario, a las posturas estáticas durante un tiempo prolongado y al trabajo en posiciones incómodas por una configuración incorrecta del puesto de trabajo.
-Duración, intensidad y planteo del trabajo de oficina: se refiere a trabajar con las manos por un período prolongado, haciendo movimientos frecuentes y repetitivos de la muñeca con el teclado, el mouse y la computadora, a los altos niveles de concentración y a la sobrecarga de información.
-Factores psicosociales (percepción subjetiva de los trabajadores de la organización del trabajo): trabajar con la percepción de que el trabajo es exigente, o con la presión del tiempo, bajos niveles de control sobre la jornada laboral, y el apoyo insuficiente de los directores y los colegas.
-Medio ambiente: trabajar a temperaturas inadecuadas, con corrientes de aire, con iluminación inapropiada, con ruido o con un acceso restringido y obstrucciones. Por ejemplo, las oficinas en open plan pueden crear dificultades para los trabajadores en términos de comunicación y concentración.

Los principales problemas de salud que pueden derivarse de estos riesgos en el entorno de oficina son:

• Trastornos musculoesqueléticos (TME)
Las malas condiciones de trabajo pueden afectar los músculos, tendones, ligamentos, nervios y otros tejidos blandos, las articulaciones del cuello, miembros superiores, la espalda o las extremidades inferiores. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, hormigueo y entumecimiento, y, si no se toman medidas, pueden resultar en dificultad para moverse o discapacidad a largo plazo. El término abarca tanto a las condiciones específicas verificadas con diagnóstico médico (por ejemplo, hombro congelado, síndrome del túnel carpiano, etc.), como a otras donde hay dolor sin síntomas específicos.

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